martes, 25 de agosto de 2009

Cataluña y Aragón, incompatibles en Sanidad.

Hartazgo por lo que es una utilización interesada de los pacientes aragoneses atendidos en Cataluña para modificar la dotación presupuestaria que recibe la Generalitat por la atención sanitaria.

El hospital de referencia de los riojanos es el Miguel Servet de Zaragoza, sin que el Ejecutivo aragonés reclame ni un solo euro al Gobierno riojano. La ley, además, lo impide expresamente. Es el fondo de cohesión regulado por el Estado el que anualmente abona las diferencias a las comunidades autónomas.

Aragón tiene convenios sanitarios con Cataluña, Navarra, La Rioja y Castilla y León, garantías efectivas de sistemas sanitarios que están inpirados en los principios de solidaridad, igualdad, universalidad, equidad y calidad, pero...

22/1/2009

La Generalitat de Cataluña reclama una deuda de 10 millones de euros por la atención sanitaria prestada a ciudadanos aragoneses.

La Generalitat tripartita, con su habitual falta de educación y del sentido de la oportunidad, un asunto que debiera haberse negociado y zanjado con criterios de normalidad y solidaridad entre territorios ha saltado a los medios envuelto en un indeseable tufo a contencioso.

Las tensas relaciones políticas que mantienen desde hace tres años los Ejecutivos autonómicos de Aragón y Cataluña quedaron ayer todavía más patentes después de que trascendiera que la Generalitat ha emitido una circular en la que la Consejería de Salud de la Generalitat indica a los médicos de Lérida que no envíen enfermos muy graves de Aragón a Barcelona a la vez que reclama una deuda de 10 millones de euros por la atención sanitaria prestada a ciudadanos aragoneses.

Si esto prospera, a la familia de Durán i Lleida, de Alcampell, comarca de la Litera, deberán atenderla en Zaragoza o en Huesca (a más de cien kilómetros del pueblo) y no en Lérida (a unos cuarenta, aproximadamente).

Mal desafío en un momento en el que la tensión entre ambas comunidades es máxima y tras una ruptura institucional por parte de Aragón hace ahora casi tres años a raíz del conflicto del arte sacro. Quedaron exentas de esa ruptura los convenios comunes y recíprocos que afectaban al ciudadano, como el convenio sanitario, de extinción de incendios o de protección civil.

Se interpreta que la Generalitat (que quiere cambiar el Fondo de Cohesión Interterritorial en el modelo de financiación autonómica presentado por Solbes) podría estar empleando como arma arrojadiza el convenio sanitario con Aragón. Algunas fuentes apuntaron que la consejera Geli (del PSC) ha estado en Madrid para negociar modificaciones de este fondo para que beneficien a Cataluña. Los problemas de financiación sanitaria no deben implicar hacer pagar a los ciudadanos el déficit, ya que un servicio como este debe estar "muy por encima de los balances económicos interterritoriales".

El convenio de atención sanitaria firmado entre Aragón y Cataluña incluye 45 municipios aragoneses y 37 catalanes.

Hasta ahora, el hospital Arnau de Vilanova acogía más pacientes aragoneses de los que absorbía el Sistema Aragonés de Salud, algo que también prevé el convenio. Esta circunstancia cambiará en unos meses cuando empiece a funcionar el Centro de Alta Resolución de Fraga, que permitirá atender a muchos ciudadanos de uno y otro lado de la frontera para determinadas consultas de especialidades y diagnóstico.

Si el catalanismo deviene en una ideologia mezquina y miope que sólo sabe contemplar sus heridas, incapaz de considerar la necesidad de hacer amigos y buscar aliados, acabará en el fuego de la frustración, cociéndose en su propia salsa.

Antoni Puigverd (escritor y poeta español en lengua catalana).

23/1/2009

La Generalitat insiste en reclamar el gasto de los pacientes de Aragón.

En Aragón, los partidos políticos consideraron la decisión de la Generalitat de inaceptable, disparate, preocupante y muy grave.

Mediante un comunicado conjunto del Gobierno de Aragón con la Generalitat de Cataluña, la consejera catalana de Salud quiso suavizar sus declaraciones acerca de los 10 millones de euros que considera que adeuda anualmente el Gobierno de Aragón, un comunicado en el que aseguran que "mantienen en todos sus términos" el acuerdo marco de colaboración para la asistencia sanitaria de la población residente en sus comarcas limítrofes, firmado en abril de 2005.

Ambos departamentos recuerdan, asimismo, que el citado acuerdo marco "no establece sistema alguno de compensación económica entre ambas comunidades por los servicios prestados". Sin embargo, desde la consejería catalana se insistió ayer en que se están buscando fórmulas de cobro.

El gasto sanitario de esas personas no está incluido en las previsiones económicas de la Generalitat. La circular de Salut indica simplemente que Aragón no arrastra "ninguna deuda económica" con Cataluña. Pero lo cierto es que desde el pasado octubre la Generalitat da instrucciones a sus médicos de Lérida para que cada vez que algún paciente aragonés precise una intervención compleja, dejen de remitirlo a los hospitales de Vall d´Hebron o Bellvitge, en Barcelona, y lo deriven a hospitales de Zaragoza.

Aragón no adeuda nada a la Generalitat aunque, simultáneamente, sus técnicos siguieron buscando cómo modificar una situación que, desde el Govern, se considera exagerada e injusta. La opción de cobrar a través del Fondo de Cohesión Interterritorial ha sido descartada hasta ahora por la Generalitat, este fondo se creó para cubrir la asistencia excepcional que ofrecen en exclusiva determinadas comunidades.

Tras tres décadas de autonomía, del anhelado autogobierno, gestionando los recursos propios y los servicios, después de todo eso, la mayoría de los ciudadanos que viven en Cataluña no son conscientes de que, si las cosas están peor allí que en el resto de España, algo tendrán que ver las políticas que se han aplicado hasta ahora y los partidos que las representan.

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